

Es pensar en Suecia y me imagino un país lleno de chicos rubios, altos y guapísimos. Que viven rodeados de auroras boreales durante el invierno. Y que en verano se pasan la noche sin pegar ojo. Para comprobarlo lo mejor es viajar por Suecia y recorrer sus ciudades más importantes: Estocolmo, Mälmo o Gotemburgo. O puedes adentrarte en la naturaleza más salvaje a través de sus regiones: Dalarna, Escania, la isla de Gotland, Småland, Vårmaland o la Laponia Sueca.
Viajar por Suecia es viajar por dos estaciones, una de invierno y otra de verano. Entre medias algo parecido a lo que puede ser el otoño primavera. Las experiencias de una y otra son totalmente diferentes. En verano, puedes realizar senderismo por más de 400 rutas, bañarte en largas playas de arena blanca, hacer un recorrido por el archipiélago de Estocolmo o disfrutar con el festival de Verano.
Para los amantes de los destinos de invierno Suecia no se conforma solo con ofrecer frío y hielo a raudales. Aquí, las experiencias son lo fundamental. La reina, contemplar auroras boreales. Dormir en un hotel de hielo o e el TreeHotel de La Laponia sueca. Recorrer los paisajes nevados en un trineo de perros o vivir una experiencia sami en un campamento.