Lo mío con la capital noruega fue un flechazo. Hacía mucho tiempo que estaba enamorado —en la distancia— de la ciudad escandinava. Tenía muchas ganas de viajar a Oslo, andar por sus calles, visitar sus museos, probar las delicias de sus restaurantes y cafeterías, pero al final la realidad superó a la ficción, y todo lo que allí descubrí fue todavía mejor de lo que imaginaba. ¿Os animáis a descubrir conmigo qué ver en Oslo? Seguro que acabaréis rendidos a sus encantos como me pasó a mí, #OsloPrometo

Quiero comentaros varias cosas antes de empezar a recorrer la capital noruega: 1) reservad el tour privado por Oslo en español y 2) echad un vistazo al hotelazo en el que me alojé en mi viaje, el Scandic Vulkan. Cómodo, moderno, en un barrio de moda y con un desayuno increíble.

Viajar a Oslo, 10 imprescindibles de la capital de Noruega

Si visitas estos 10 lugares, ya puedes decir que estuviste en Oslo. Seguro que los vas a disfrutar todos. La capital de Noruega es un destino sorprendente.

1.- Vulkan

En este barrio de Oslo se ha vivido una auténtica revolución. Una gran actuación arquitectónica y urbanística ha tranformado Vulkan —hasta hace unos años lleno de industrias— en el emblema del Oslo verde. Una apuesta por la sostenibilidad en la que las fábricas han dado paso a un paisaje donde el grafiti ha decorado las calles, y las energías renovables son la gran apuesta de las nuevas construcciones: pozos geotermales de 300 metros de profundidad, un edificio de oficinas cuyo exterior lo define visualmente por su sistema solar de calentamiento de agua y un hotel —el Scandic— que recicla la energía de las cámaras frigoríficas y de los ascensores.

Vulkan es también un lugar para la interacción de sus habitantes y la colaboración entre empresas y estudiantes, como los de la Westerdals School of Communicationm que han decorado el bar del mencionado Scandic Vulkan. Un barrio también donde la gastronomía tiene un papel fundamental con el comedor Mathallen, un centro de la cultura gastronómica del país donde se pueden comprar y degustar también productos internacionales además de los locales.

2.- Grünerløkka

Si quieres sentirte como un auténtico hipster, y tienes planeado viajar a Oslo, tienes que venirte a Grünerløkka. Este moderno barrio —lleno de barbudos tatuados y de chicas de pelos de colores vestidas con las mejores ropas vintage— es el equivalente a Willambourg en NY o al Sofo en nuestra amada Estocolmo.

¿Qué vas a encontrar en Grünerløkka? Tiendas de ropa supermolonas —con creaciones propias de diseñadores locales y vestidos y camisetas vintage (muchas de las creaciones son importadas de países como Japón)—, barberías que parecen sacadas de Pinterest, cafeterías donde te ponen el café en vaso de Martini —no puedes dejar de probar un cappuccino Al Freddo en Tim Wendelboe—y bares donde disfrutar de la esencia de la cultura alternativa como el Bar Boca o el Bettola.

3.- Galería nacional de Oslo

A la Galería nacional de Oslo tienes que ir sí o sí. Para ver El Grito de Munch y el resto de maravillas que están allí expuestas. Este cuadro en realidad son cuatro. Aunque la versión más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Oslo, hay dos versiones de este lienzo que podrás encontrar en el Museo Munch de la capital noruega, otro imprescindible que no puedes dejar de visitar. Pocas obras artísticas muestran la desolación humana como esta. El grito refleja la tormentosa vida de su autor, Edvard Munch. Sus colores cálidos y ese rostro desencajados te atraparán durante un largo rato.

La Nasjonalgalleriet —su nombre en noruego— forma parte de del Museo Nacional de arte, arquitectura y diseño. Desde la Estación central llegarás hasta aquí (Universitetsgata 13, 0164 Oslo) en un pequeño paseo de 15 minutos. Está situada al lado del Parque del Castillo y muy próxima al Ayuntamiento de la ciudad.

Dance of Life, de Edvard Munch

4.- Parque de Vigeland

Esta es una de las atracciones más visitadas de Noruega con más de 1 millón de visitantes al año. Si tienes pensado viajar a Oslo está claro que no puedes perderte este excepcional parque escultórico.

Vigeland es el trabajo de toda una vida, la del escultor noruego Gustav Vigeland (1869-1943). Aquí podrás admirar más de 200 esculturas de bronce, granito y hierro forjado. Vigeland fue además el encargado de diseñar el conjunto arquitectónico del parque.

La estatua de bronce del niño enfadado es la más fotografiada, pero te puedo asegurar que todas acabarán llamando tu atención y la de tu cámara.

La entrada al parque es libre. Aquí tienes también un café y un museo —este sí que es de pago, unas 60 coronas por persona—, visita obligada para poder saber más de este escultor y su fascinante trabajo.

5.- Arte urbano; Street Art en Oslo

Lo reconozco soy un adicto al grafiti. Me da igual Porto, Tubilla del Lago o Vigo; en cuanto veo un mural, tengo que sacar la cámara. En Oslo no pude guardarla ni un minuto. Como podrás comprobar un poco más abajo: en las calles de la capital de Noruega hay un montón de paredes decoradas con espléndidas muestras de arte urbano. Para mí, deambular por una ciudad buscando Street Art que fotografiar es una de las mejores formas de disfrutar la visita.

6.- Himkok, un lujo que tienes que probar

Los que nos conocéis ya sabéis que a nosotros nos encantan los sitios diferentes y originales. Y el  Himkok lo es y mucho. De hecho es el bar número 23 del mundo; ¡ahí es nada! Encontrarlo tiene su misterio: puedes pasar delante de su puerta varias veces y no verlo. Google Maps tampoco te ayudará demasiado. Para que sepas ubicarlo, visualiza esta foto que me hizo mi compañera de viaje, Alicia (Objetivo Viajar), en la entrada del establecimiento.

Una vez que ya sabes dónde está, te animo a que entres a disfrutarlo. No te voy a decir que sea un sitio barato, pero cada euro —o corona— que pagues aquí estará completamente justificado. En su carta tienes una variedad increíble de combinados. Yo me tomé un negroni  y te puedo asegurar que fue una experiencia de esas que recuerdas toda la vida.

7.- Shroeder, Olympen y Mathalen; tres opciones para probar la gastronomía de Oslo

Oslo ha cambiado y evolucionado en los últimos años en materia gastronómica a pasos agigantados. Múltiples y variadas son las propuestas que puedes probar aquí desde las más clásicas que te ofrecen en restaurantes como el Schrøder donde degustar una albóndigas típicas —kjøttkaker— como un local más; a las más sibaritas, como la que disfruté en el Olympen —un clásico de Oslo—, donde probé un rodaballo realmente exquisito; y a  las más internacionales, no en vano el 33% de la población oslense es inmigrante o noruega de padres inmigrantes, y eso se nota cada año en su oferta de restaurantes: italianos, japoneses, chinos, árabes…

Aunque aquí hace frío, a los habitantes de Oslo les encanta hacer vida en la calle y en los parques en cuanto sale un rayo de sol. Las foodtrucks cambian de ubicación por la ciudad en función de las ferias y eventos. Como os comentaba al hablar del barrio de Vulkan, el Mathalen es un sito especial donde se realizan un montón de eventos gastronómicos de este tipo, y donde también puedes probar auténticas delicias en su interior con materias primas tan maravillosas como el salmón —cómo no hablar de este manjar en un artículo de Noruega— y la ballena.

8.- Ruta de Nesbø

Jo Nesbø  —y más concretamente su mundialmente conocido detective Harry Hole— fue en buena parte el culpable de que yo consiguiese saldar mi deuda para viajar a Oslo. El 10 de octubre se estrenó en Noruega The Snow Man, película dirigida por uno de mis directores de cine favoritos Thomas Alfredsona quien tuve la suerte de entrevistar— y protagonizada por Michael Fassbender , y yo fui uno de los elegidos para participar en un viaje de prensa para cubrir el evento.

Durante los días previos a la premiere, visitamos varios escenarios de la película como el Parque Vigeland —del que os he hablado al principio— o el restaurante Schrøeder, uno de los lugares preferidos por Nesbø y done Harry Hole come en las novelas las albóndigas que son la fuente casi exclusiva de su alimentación junto con sus buenas dosis de alcohol.

A través de sus novelas, Nesbø ha confeccionado una ruta de lugares que son el escenario de los casos de su detective. Lugares en lo que no es raro que te puedas encontrar en tu visita a este escritor mundialmente famoso y que vende best sellers como churros en Europa y Estados Unidos.

Harry Hole, el Oslo de Nesbo
Escena de la película El muñeco del nieve, el detective Harry Hole en el Schrøeder

9.- Oslo verde

Oslo es verde y lo quiere ser mucho más. Noruega es un país que durante muchos años ha tenido al petróleo como motor de su economía y que en los últimos años ha virado hacia un plan que tiene a las nuevas fuentes de energía en su punto de mira.

Oslo será la capital mundial verde en 2019. Y tiene muchos argumentos por los cuales ha conseguido este título: su aeropuerto, el  más ecológico del mundo, que ahorra un 50% de energía; una red de transporte público con tranvías, autobuses, trenes y barcos, pensada para que no tengas que utilizar el coche; un sistema de alquiler de bicis con más de 200 puestos en toda la ciudad; su gran oferta de gastronomía verde, la ciudad dispone de una variada e interesante propuesta de establecimientos que sirven comida ecológica; y una serie de edificios y hoteles como los de Vulkan que reaprovechan la energía para evitar la contaminación y una mejor utilización de los recursos.

10.- Ópera de Oslo

Oslo está en el circuito de todos los grandes conciertos de las bandas más importantes que pasan por Europa. Solo en la semana que estuve yo allí tocaron grupos como Mogwai o Primal Scream. La diferencia es que allí lo hacen un formato muy especial, más íntimo y personal, el que proporciona a estos directos un lugar tan increíble como la Ópera de Oslo.

Este edificio está situado frente al fiordo de Oslo. Su auditorio tiene capacidad para 1.364 espectadores. El edificio ganó el Festival Mundial de Arquitectura en Barcelona en 2008.

¿Dónde dormir en Oslo?

Yo lo tengo claro. Después mi experiencia en Oslo cuando vuelva repito en el barrio de Vulkan de Oslo en el hotel Vulkan Scandic, de la cadena hotelera más popular en estos países del norte de Europa.

El SCANDIC VULKAN es un hotel de cuatro estrellas en el barrio de Vulkan en Oslo. Fue el hotel en el que se alojó Miguel en Oslo. De las cosas que más le gustaron es el diseño en estilo nórdico, las habitaciones super espaciosas, el trato del personal y el desayuno. Es uno de los desayunos tipo bufé más ricos y variados de todos los que ha probado. Tiene conexión wifi. La puntuación general en Booking es de 8,4. Reserva en este enlace tu habitación en el Scandic Vulkan al mejor precio.


¿Todavía tienes alguna duda de que tienes que viajar a Oslo inmediatamente?

Espero que te hayan entrado unas ganas locas de visitar la capital noruega después de conocer mis 10 razones para amar esta ciudad cosmopolita, llena de vida y cultura.


Foto de portadaAlicia Bea de Objetivo Viajar

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