Uno de mis mayores sueños como amante de los viajes era hacer una ruta por Mallorca en la que poder descubrir los mejores parajes de este famosísimo destino turístico. Y por fin lo he cumplido. Hice las maletas, me subí a un avión y viví una experiencia increíble en esta preciosa isla del archipiélago Balear. ¿Qué toca ahora? ¡Contártelo con todo lujo de detalles para que puedas planificar tu propia aventura!
Por supuesto, te voy a hablar de las principales playas de Mallorca, pero no vamos a limitarnos solo al turismo de sol y arena. En mi ruta, te llevaré por los pueblos más hermosos de la isla y te contaré algunos consejos esenciales para viajar a Baleares.
Uno de los primeros que puedo darte es que busques un buen establecimiento en el que dormir. ¡O varios de ellos! ¡Hay grandes hoteles en Mallorca entre los que elegir! De todos los que probé durante mi travesía, el que más me gustó fue el Meliá Palma Bay. Azoteas con vistas al mar, piscina al aire libre y a 350 metros de la playa. Todo lo que imaginas en un alojamiento de esta categoría. Si te interesa, puedes reservar habitación aquí.
¡Advertencia! Para poder completar esta ruta por Mallorca necesitarás tener un vehículo en la isla. Pero más adelante te cuento cómo puedes hacerlo sin que te cueste demasiado dinero.

Ruta por Mallorca en 10 días
¡Ha llegado el momento! Nos vamos de viaje. Abróchate el cinturón, haz las maletas y prepárate. Porque en esta ruta por Mallorca pasaremos por las mejores calas, playas y pueblos de toda la isla.
Día 1: Viaje en ferry a Palma de Mallorca
Dedicamos el primer día de nuestra ruta a viajar. Pero en lugar de elegir el método que escoge la gran mayoría de los turistas, el avión, decidimos hacer nuestro traslado en ferry a Mallorca. Así podemos llevar coche propio, con lo que nos ahorramos el coste de alquilar uno en la isla.
Para nosotros las ventajas estaban claras: es más cómodo y sale más barato. Además, ¡toda experiencia diferente es bienvenida en nuestros viajes!
Tomamos el ferry desde el puerto de Denia. Salen con bastante frecuencia, por lo que no te va a costar poder cuadrar tu itinerario con el transporte. Puedes consultar precios y horarios en este enlace.
El trayecto dura unas ocho o nueve horas, por lo que debes prepararte para entretenerte mientras tanto. Aunque lo cierto es que las embarcaciones están muy bien equipadas. Hasta puedes reservar asientos en el bar que tienen en la cubierta, para tomar algo mientras disfrutas de las vistas.
En los barcos se vende comida y bebida, aunque por el precio que ofrecen, conviene llevar tus propias provisiones para el trayecto. También tienen WiFi de pago.
Día 2: Palma de Mallorca
Dedicamos el segundo día a la capital de la isla. Y prepárate, porque van a ser unas horas moviditas. ¡Tenemos mucho que descubrir!
Comenzamos por la Catedral, quizá el monumento más hermoso de Mallorca. Es un punto obligatorio en cualquier visita a esta ciudad, un edificio de estilo gótico que fue reconstruido por el mismísimo Antonio Gaudí.
Tras hacer una visita por la catedral de Palma, ponemos rumbo al Barrio Judío. Aunque la judería del lugar fue quemada hasta sus cimientos, aún quedan vestigios de lo que fue. Podrás descubrirlos en el Museu Mallorca, en la Calle Sol o en el Centre Maimó Ben Faraig, entre otras tantas postales emblemáticas de esta hermosa parte de la ciudad.
Seguimos caminando hasta el Palacio Real de la Almudaina. Es una fortaleza de origen romano que ha experimentado muchas modificaciones por parte de los distintos pueblos que han habitado la isla, hasta convertirse en lo que es hoy. Se puede visitar por fuera y por dentro, y estoy segura de que lo que más te va a impresionar es la increíble capilla de Santa Ana, con los retablos de Sant Jordi luchando contra el dragón.
Estos son solo algunos de los pasos que damos por la ciudad. Antes de que acabe el día nos queda visitar el Castillo de Bellver, la Lonja, la Plaza Major, las principales iglesias de Palma y el Baluarte. ¡Y son solo algunos de los imprescindibles del segundo día de ruta! Te cuento más al respecto en este artículo sobre qué ver en Palma.

Día 3: Cala Mitjana + Caló des Borgit + Cala Figuera + Es Trenc
Seguimos nuestra travesía para aterrizar de pleno en el tercer día que, como ves, va a ser muy movidito. Tenemos varias visitas pendientes, así que hacemos noche en el hotel Honucay, que está más cerca de algunas de las excursiones planificadas. Es un establecimiento con cuatro estrellas. Se encuentra frente a la playa y tiene unas habitaciones de decoración mediterránea exquisitas. 100% recomendable. Te dejo el enlace de reserva.
Y ahora sí, empezamos la aventura.
Nuestro primer destino del día es Cala Mitjana. Es una de las playas más pequeñas y escondidas de la isla. ¡Así que se puso la primera en la lista de imprescindibles! Oculta entre los acantilados y los árboles, encontramos esta bahía de arena blanca que tan solo cuenta con 20 metros de largo. Con la marea baja, las rocas se convierten en lugares originales sobre los que echar la toalla y tomar el sol.
La segunda parada la hacemos en Caló des Borgit, una pequeña cala no mucho más grande que la anterior. Es una de las zonas más tranquilas en las que podrás disfrutar del mar y del sol. Se encuentra a unos 500 metros de Cala Mondragó, que es la playa principal de este sitio, y forma parte del Parque Natural de Mondragó. Una experiencia virgen y salvaje para desconectar en medio de la naturaleza.
En tercer lugar, visitamos la Cala Figuera. A tan solo 60 km de la capital, nos encontramos con esta bahía que tiene el mismo nombre que el pueblo en el que se encuentra. Divida por dos accesos a través de los acantilados (el de Caló d’En Boira y el de Calío d’En Busques) llegamos a estas aguas turquesas rodeadas por verdes higueras. Un paisaje espectacular que no te puedes perder.
Para dar por terminado el día ponemos rumbo a Es Trenc. Es una de las playas más conocidas de la zona porque tiene aguas caribeñas de color azul y un arenal de 2 km que recorre el sur de la isla. Pero que no te engañe la idea de su popularidad. Estamos hablando de una costa salvaje en medio de la naturaleza, en la que podrás disfrutar de la calma alejada de la ciudad. Eso sí, recibe muchos turistas cada día, en especial en temporada alta.
Día 4: Cuevas del Drach + PortoCristo + Portocolom + Cala Millor
El cuarto día de nuestra ruta volvemos a cambiar de hotel. Esta vez nos alojamos en el CB El Moro, cerca de las excursiones que queríamos hacer por la mañana. El sitio es espectacular. Tiene bañera con hidromasaje, dos piscinas (una cubierta y una al aire libre) y está situado frente al mar, en la zona peatonal de Cala Millor. ¿Te interesa? Échale un vistazo a las habitaciones aquí.
Y la primera visita del día la hacemos en las Cuevas del Drach. Es una de las cavernas más destacadas de la isla, con un desarrollo horizontal de hasta 1.200 metros de longitud. Pero lo mejor de la experiencia es que en su interior se encuentra el Lago Martel. Es la formación de agua subterránea más grande del mundo. ¡Y puedes navegar sobre ella! Para completar la experiencia, en el interior de las cuevas se lleva a cabo un precioso concierto, único en su especie.
Luego pasamos por Porto Cristo, pueblo en el que se hace la visita a las Cuevas del Drach. Se trata de un puerto natural, con mucho encanto, en el que puedes disfrutar de algunas actividades para toda la familia. Entre las principales atracciones del lugar se encuentra la antigua Torre dels Falcons, una atalaya de 1577 y Cala Varques, una zona de la costa mallorquina poco explorada, que se encuentra al sur de la localidad.
No obstante, nosotros ponemos rumbo a otro municipio cercano, Portocolom. Es un colorido pueblo con mucho encanto y una historia vinculada a la piratería. De esta localidad visitamos su pintoresco puerto pesquero; el casco antiguo, paseando por la Plaza de Sant Jaume y conociendo la Iglesia de la Madre de Dios; y el Mirador de Carrer del Mar, desde dónde puedes sacar las mejores fotografías de la zona.
Para acabar el día, visitamos Cala Millor, muy cerquita del hotel en el que hacemos noche. Su precioso y largo arenal es el sitio perfecto en el que relajarse tras tantas visitas interesantes, y es uno de los puntos en los que se concentran un montón de restaurantes y cafés.
Día 5: Canyamel – Capdepera – Artá – Cala Mesquida
Sin cambiar de hotel, nos disponemos a pasar nuestro quinto día en Mallorca. Nos esperan grandes aventuras, así que nos despertamos temprano para no perdernos nada.
La primera parada la hacemos en Playa de Canyamel. Es una zona preciosa, con bandera azul, y muy cerca de otros dos de los destinos que tenemos en nuestra lista: Capdepera y Artá. Se encuentra entre un parque natural (en el que hay un estuario) y el complejo turístico (discreto y muy bien conservado) de Canyamel. Aquí, además de bañarte en el agua y tomar el sol, puedes hacer unas rutas impresionantes para observar aves.
Tras disfrutar de este arenal de 290 metros, nos dirigimos a la municipalidad de Capdepera. Es un pueblo con mucho encanto, lleno de historia y tradición. Entre las principales atracciones de este destino están el mercadillo de los miércoles, repleto de artesanías y colores; el Castell de Capdepera, cuyas impresionantes vistas solo pueden disfrutarse tras una caminata con pendiente; y la Iglesia de “Sant Joan”.
Aunque a estas alturas del día ya hemos disfrutado de grandes experiencias, todavía nos falta lo mejor. Ponemos rumbo, ahora, al municipio de Artá. Es uno de los pueblos más encantadores de la ruta. Mantiene su esencia original, sin hacer mucho por adaptarse al turismo, lo que provoca que sea el más especial de cuántos hemos visitado.
Situada en el medio de un gran valle, en esta localidad hay muchas cosas interesantes que ver. Además de pasear por sus preciosas calles y conocer la Plaça d’Espanya o el Teatre d’Artá, debes visitar el Santuari de Sant Salvador y las almenas fortificadas que lo protegen. También te recomiendo dar un paseo hasta la fortaleza islámica de Almudaina d’Artá, desde donde conseguirás las mejores vistas de la zona.
Para acabar el día, seguimos nuestra ruta hasta Cala Mesquida. Se encuentra en medio de los dos pueblos que hemos descubierto en este quinto día de viaje, y es una zona ideal para descansar y reponer fuerzas tras una larga caminata. Tienes ante ti 350 metros de arena fina y mar turquesa. ¿Qué mejor forma de acabar una jornada de turismo por Mallorca?

Día 6: Pollença – Es Colomer – Playa de Formentor – Alcudia
El sexo día volvemos a cambiar de hotel. Pasamos la noche en el Sofía Alcudia, cerca de las siguientes aventuras. Es un alojamiento ubicado frente a la playa de Puerto Alcudia, perfecto para disfrutar de las olas antes de dormir. Pero no quiero que nos adelantemos. Te dejo el enlace por si te interesa reservar y empezamos con la jornada turística.
Comenzamos con una visita a Es Colomer, un precioso mirador desde el que podrás hacer las mejores fotos de Mallorca. Puedes llegar hasta allí en coche, ideal para iniciar la mañana con calma. Desde sus alturas, la vista se deleita entre los tonos azules del mar, el sol, el cielo y los acantilados verdes. También puedes atreverte subiendo a la atalaya de Albercutx, que se encuentra allí cerca y ofrece una panorámica aún más espectacular.
La siguiente parada nos lleva a la playa de Formentor. Pensamos tomarnos este día con más calma, y qué mejor forma de hacerlo que disfrutando de esta preciosa bahía de bandera azul. Se encuentra en una de las zonas más vírgenes de la isla, entre un bosque de pinos, con vista a las montañas de Tramuntana. Todo lo que te diga es poco, porque es cierto eso de que, a veces, una imagen vale más que mil palabras.
La playa está dividida en tres partes. En todas ellas puedes alquilar hamacas y sombrillas, aunque los precios son distintos entre una y otra. Eso sí, debo advertirte que, pese a su gran tamaño, no tiene mucha arena. Es una costa estrecha en la que, sin embargo, sí que encontrarás pinos bajo los que disfrutar de la sombra y piedras en las que puedes dejar las toallas si la marea está baja.
Nosotros quisimos que fuera un día muy especial, así que reservamos el tour panorámico que Civitatis ofrece por Formentor. Incluía un precioso paseo en barco por esta costa, que es una de las más vírgenes de Mallorca. Simplemente, impresionante. Puedes consultar precios aquí.
Antes de que acabe el día, aprovechamos nuestra estancia en Alcudia para conocer la ciudad. Era la antigua capital de Mallorca, así que tiene un patrimonio cultural muy rico. Pasear por su casco histórico es suficiente atracción turística, pero no es todo. Otros puntos icónicos son el Puerto de Alcudia o la muralla de la localidad, a la que puedes subir para verla desde las alturas.
Día 7: Excursión a Sa Calobra – Port de Sóller
El séptimo día lo dedicamos, casi por completo, a visitar Sa Calobra. Sobre la excursión que hicimos a esta cala perdida y escondida te hablé en otra ocasión, así que no me entretendré demasiado.
Lo que sí puedo decirte es que la mejor decisión que tomamos fue apuntarnos al paseo en barco que hace Civitatis. Te recoge en el puerto de Sóller y te lleva por la costa norte de Mallorca, disfrutando de las aguas azules de la Sierra Tramontana. Finalmente, te deja en Sa Calobra, una de las calas más impresionantes de la isla. Es uno de esos lugares que no te puedes perder por nada del mundo. Aquí tienes el enlace de la excursión, por si te apetece consultar fechas.
El resto del día lo dedicamos a recorrer Port de Sóller, después de que el barco nos devolviera al punto de partida de nuestra aventura por Sa Calobra. En esta ciudad hay muchas visitas imprescindibles, como los muelles o la barriada marinera, el mirador de Santa Catalina, el Museo del Mar o el faro que se encuentra sobre el Cap Gros.
Día 8: Sóller y Valldemossa
Nos habíamos alojados en un hotelazo en Port de Sòller —el Es Port, que te recomiendo desde ya—, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de acercarnos hasta Sòller. Por si no lo sabes, este es uno de los sitios más visitados de la isla. Mucha gente se acerca hasta aquí desde Palma para disfrutar de su histórico tren de madera. Te recomiendo esta excursión.
Si llegas hasta aquí con tu coche, te recomiendo paciencia: la circulación es lenta y si no has madrugado mucho, te costará aparcar. Si dejas el coche en el centro, tendrás que pagar la ORA. También puedes intentarlo en un parking privado. Este no tiene muchas plazas, pero el precio es bastante bueno: dos euros unas dos horas.
La Plaza de la Constitución es hermosa, aquí nos concentramos todos los turistas para intentar hacer la foto del tren, con la iglesia de Sant Bartomeu y las montañas de fondo. En este sitio está también uno de los edificios que más me gustó de este pueblo, la Banc de Sóller, reformado por Joan Rubió i Bellver, un discípulo de Antoni Gaudí. Si te sobra tiempo, apunta estos tres sitios: Can Prunera, el cementerio de Son Sang y la aldea de Biniaraix, situada a solo dos kilómetros de Sòller.
Por la tarde, pusimos rumbo a Valldemossa, uno de los lugares que más ganas tenía de conocer de la Tramuntana. Sobre todo, después de ver la segunda temporada de la serie La caza. Si tú también la has visto, te interesa conocer cuáles fueron sus localizaciones.
Aparcar en Valldemossa fue bastante sencillo. Lo dejamos en este parking. Una hora cuesta unos dos euros. Ten en cuenta que solo aceptan monedas. Tiene bastante rotación. Lo primero que debes hacer cuando llegues a Valldemossa es dirigirte a una de sus panaderías para comerte el típico bollo de este lugar, la coca de patata. Es un bocado simple, pero muy rico y nutritivo.
Una vez que has repuesto fuerzas, toca disfrutar de este bonito pueblo. La Cartuja es la visita de este lugar. Yo solo pude verla fuera y disfrutar de sus jardines. Me quedé con las ganas de recorrerla por dentro.
El recorrido por Valldemossa está lleno de sorpresas, como las vistas desde el mirador de Lledoners o sus encantadoras callejuelas medievales situadas al lado de la plaza pública.
Se me olvidaba: si te gustan los freetours, en Civitatis tienen uno.
Día 9: Deià – Mirador de foradada – Palma de Mallorca
Empezamos nuestro último día de ruta, antes de volver a casa, para disfrutar de algunos de los destinos que faltaban en nuestra lista.
El primer destino es Deià, un pueblo pintoresco y con mucho encanto, de los más bonitos de la isla. Es un imán para turistas, artistas, escritores y famosos, porque cada una de sus postales es inspiradora. Con decirte que su paisaje forma parte del Patrimonio de la Humanidad protegido por UNESCO, creo que alcanzas a imaginar de lo que estamos hablando.
Y no hay pocas cosas que visitar en sus tranquilos alrededores:
- El pequeño Es Forn, donde puedes encontrar todo tipo de productos locales.
- La casa museo de Robert Graves, uno de los muchos artistas que pasaron parte de su vida en este maravilloso municipio.
- El Café Sa Fonda, el más popular del lugar.
- Algunas populares rutas de senderismo, como la del Monasterio Miramar y Sa Foradada.
Podría seguir enumerando lugares (el Museo Arqueológico, Son Marroig, Cala Deià, etc.), pero de ello te hablé con más calma en este artículo. Una de las actividades que sí o sí tienes que hacer es la senda de Foradada. Al menos, hasta llegar a su impresionante mirador. Ofrece una de las puestas de sol más bellas de la isla, con la Sierra de Tramuntana como escenario. Perfecto para sacar unas últimas fotos antes de hacer las maletas.
Y antes de acabar el día, recorremos de nuevo las calles de Palma. Esta increíble ciudad siempre tiene más cosas por descubrir, es imposible que lo hayas visto todo en la jornada que le dedicamos. Otra buena opción es pasar una agradable de playa en uno de mis destinos favoritos de la isla, Calvià.
Día 10: Vuelta en ferry
Todo lo bueno llega a su fin, y cuando el décimo día de ruta aparece en el calendario, toca volver a casa.
Nosotros, por supuesto, lo hacemos en ferry. El primero que sale implica madrugar, dado que hay que estar en el puerto de Balearia una hora y media antes de que parta el barco. Y por eso volvemos a alojarnos en el hotel Palma Bay. Está a tan solo 15 minutos del lugar desde el que sale la embarcación, así que es perfecto para evitar levantarse más temprano de lo necesario.
Con un buen viaje en barco nos despedimos de la isla, que nos ha dado tantas alegrías que se ha convertido en uno de nuestros destinos favoritos. ¡Pero este no es el final! ¡Volveremos, Mallorca!
Preguntas frecuentes sobre la ruta por Mallorca en 10 días

¿Te has quedado con dudas sobre cómo preparar tu ruta por Mallorca en 10 días? Con estas preguntas frecuentes seguro que encuentras la solución.
¿Necesito un coche para hacer la ruta por Mallorca?
Sí, la ruta que te hemos planteado por Mallorca requiere de un coche. Por eso te recomendamos que tomes el ferry con tu propio vehículo. Por un lado, te resultará más barato que viajar en avión y alquilar uno en la isla. Y por otro, te permitirá visitar muchos lugares que, sin un medio de transporte privado, no podrás descubrir durante esta aventura.
¿Es peligroso conducir por Mallorca?
No, no es peligroso conducir por Mallorca. La única precaución que debes tener en cuenta es que hay muchos conductores extranjeros (con costumbres variopintas al volante) y cicloturistas. También hay algún que otro camino sinuoso para llegar a las calas más impresionantes, pero nada que no se arregle con la debida atención a la carretera.
¿Hay mucha distancia entre los puntos turísticos de la isla?
No, las distancias entre los puntos turísticos de la isla son muy pequeñas. Por eso este es un lugar ideal en el que hacer una ruta en coche. En un solo día, podrás descubrir un montón de sitios distintos e increíbles. Si no quieres hacer una ruta tan larga como la que te planteo, puedes echar un vistazo a estos 5 planes para hacer en Mallorca en 2 días.
¿Cuándo hay menos gente en Mallorca?
La época en la que hay menos gente en Mallorca es durante el invierno. También es temporada baja en los primeros meses de la primavera y los últimos del otoño, es decir, en abril y noviembre.
¿Cuándo empieza el frío en Mallorca?
El frío comienza en Mallorca entre noviembre y diciembre, aunque la temporada más fría va de enero a febrero. Durante estos meses, las temperaturas pueden bajar de los 10 grados. Por eso, la mejor época para disfrutar de la isla, pero evitar las masificaciones, es de abril a mayo.
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Visita a las cuevas del Drach, ¿por tu cuenta o en excursión organizada?
No todo en Mallorca son playas, calas de ensueño y hoteles increíbles. Esta isla tiene muchos lugares misteriosos y encantadores que descubrir. Uno de ellos, son las Cuevas del Drach. Un sitio mágico, en el que podrás disfrutar de uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo y de un concierto único en la historia.
¿Qué te ha parecido nuestra ruta por Mallorca?
Es solo una de las muchas que puedes organizar por esta maravillosa isla. Basta con elegir los lugares que quieres visitar, calcular distancias… ¡Y ponerte manos a la obra!
Para mí, este viaje a Mallorca ha sido inigualable. He disfrutado de calas prácticamente salvajes, grandes playas de turismo clásicas, hoteles impresionantes y el gran patrimonio cultural de ciudades como Palma. Y a ti, ¿qué es lo que más te llama la atención de la isla? ¡Te leo en comentarios!