El calecho y el filandón, palabras al calor de la tradición

Calecho y filandón son dos palabras que desconocía hasta que viajé a Babia esta primavera. Fue toda una suerte conocer esta bella comarca leonesa, llena de prados verdes, picos desafiantes —hasta setenta y dos «dosmiles» se cuentan aquí—, ríos de aguas cristalinas (El Sil, el Luna y el Torrestío) y buena gente deseosa de explicarte qué es eso de «Estar en Babia».

Durante esos días pude disfrutar de su parque estelar —contemplar las estrellas desde aquí es una de las grandes experiencias que todos deberíamos hacer al menos una vez en la vida—, saborear sus ricos embutidos y acompañarlos con copas de Prieto picudo, pasear por sus valles y montañas y vivir en primera persona la riqueza de su tradición cultural gracias al Calecho que la asociación Estás en Babia preparó para nosotros.

Qué es el calecho y qué es el filandón

Tanto el calecho como el filandón son dos formas de representación de la tradición oral de la comarca de Babia. Expresiones de la cultura popular de esta región montañosa del norte de León. Desgraciadamente —como está ocurriendo en otras partes de España—, el abandono de los pueblos y el envejecimiento de la población están acabando con este legado de sabiduría. La falta de relevo generacional puede hacer que dentro de unos años —si no ha ocurrido ya— el calecho y el filandón sean solo un recuerdo de la forma de vida de esta tierra, como ha pasado con la trashumancia.

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El origen de ambos tiene relación con el duro clima de Babia. La conversación era la única forma de afrontar las duras tardes y las largas noches del invierno —que hace unos años se juntaba casi con el verano y hacía desaparecer primavera y otoño bajo su blanco manto—. Charlas que servían para socializar y estrechar lazos entre los vecinos. Algo marciano para los urbanitas que solo cruzamos un tibio adiós con los nuestros, o como mucho charlamos sin mucha pasión del tiempo que va a hacer mañana.

Semejanzas y diferencias entre el Calecho y el Filandón

Calecho y filandón van de lo mismo: de darle al palique, aunque cada uno tiene sus características que le hacen diferente. Ambos son reuniones de vecinos, pero con elementos propios. ¿Qué historias se contaban alrededor del fuego? Cuentos y leyendas, anécdotas de la vida diaria, chismes y chismorreos, relatos de los ausentes, inventarios de achaques y dolencias… Todo tenía cabida aquí.

Diferencias entre calecho y filandón

Aunque el Calecho suele asociarse con el frío y la estación invernal, podía celebrarse cualquier día del año, antes de la cena. Los filandones se celebran después de la última comida del día. Al calecho iba todo el mundo, el filandón estaba reservado para los mozos y las mozas, para los más jóvenes.

Calecho en la Posada Real El Rincón de Babia

El lugar elegido para celebrar nuestro Calecho fue la Posada Real El Rincón de Babia, concretamente en el acogedor salón de este bello hotel rural, que por supuesto tiene una chimenea. En torno a la cual se sentaron Manolo, Regina, Daniel, Gabriel —vecinos de los pueblos de la comarca, que han vivido infinitud de veladas de tertulia durante sus vidas— y el pintor de Babia, Manuel Sierra.

Sierra además de ser un extraordinarios artista —cuyas obras adornan desde murales de institutos hasta botellas de vino (Bodegas Hiriart), y cuyo original trabajo también se puede ver en el cartel que te dará la bienvenida cuando cruces la frontera de Babia— se desenvolvió a la perfección en su papel de presentador y moderador de la charla.

Hubo risas, recuerdos emocionados y conversaciones a dos, tres y hasta cuatro bandas que Manuel tuvo que encauzar con decisión y oficio. Fue un viaje al pasado que me dejo un sabor agridulce al pensar que una tradición tan importante como esta pueda desaparecer.

“El filandón es el momento de contar, de escuchar, de remover la memoria vecinal que, como un viejo arcón, guarda los sucesos, las anécdotas, los cuentos, las leyendas, los romances, las canciones, el patrimonio de las pobres cosas de la vida y de su sabiduría” (Luis Mateo Díez)

Si quieres desconectar, si quieres cambiar aunque solo sea por un días tu frenético ritmo de vida, te recomiendo que te vengas a Babia, apagues el móvil y la tableta y te unas al mejor grupo de chat que he conocido: el del Calecho. Esta es una de las grandes zonas de una de nuestras provincias preferidas de León. Ya te hemos hablado de lo que puedes ver en Astorga, de las fantásticas cuevas de Valporquero, de las sorprendentes Médulas y, por supuesto, de la bella ciudad de León. Tenemos muchas ganas de seguir descubriendo sus rincones.

En este vídeo, Miguel habla en la televisión de nuestro viaje por Babia. Esperamos que te guste.

¿Te vienes de ruta por Castilla y León?