Me encanta el mundo del vino, me enamora, me pirra, me vuelve loca. Me gusta disfrutar de una buena copa de tinto después de la cena, de un blanco fresquito en el aperitivo y de un rosado goloso al atardecer. Pero no solo me gusta catarlo y disfrutarlo, también vivirlo en origen, en sus cepas, en las bodegas en las que se elabora. A continuación te voy a hablar de mi experiencia de enoturismo en Ollauri y de unos caldos extraordinarios, los de Muriel Wines.

Muriel Wines, pasión por el vino

Muriel Wines es una empresa con historia y solera, fundada por José Murúa en 1926, que sabe aunar tradición y modernidad en la producción de sus vinos y en la forma que tiene de comercializarlos. El grupo tiene 6 bodegas, 4 de ellas en La Rioja. El origen de todas está en Elciego, en Muriel. A lo largo de un siglo han incorporado nuevos viñedos y marcas riojanas como Viña Muriel, Viña Eguía, Marqués de Elciego, Conde de los Andes, y también de Rías Baixas, Pazo Cilleiro, y hasta una línea de vinos como la Real Compañía de vinos, que tiene en sus botellas —todas con unas etiquetas originales y diferentes— uvas como macabeo, tempranillo, verdejo o garnacha.

Durante el fin de semana que pasé en esta parte de La Rioja Alta y de Álava, pude probar muchos de los vinos de Muriel Wines y te aseguro que todos me parecieron espectaculares. Es difícil tener que elegir entre su albariño, fresco y elegante; el delicioso blanco de Muriel, frutal y que te deja un sabor en boca que no quieres que se pase nunca; el vibrante semidulce de Conde de los Andes, una delicia del que no podrás tomar solo una copa; o cualquier de sus tintos, recios, sinceros, imponentes, con un olor embriagador y un sabor que te deja levitando mientras recorre el cielo de tu boca.

Enoturismo en Ollauri, Conde de los Andes

Gran parte de los vinos que producen se venden en el mercado internacional; el 90 %. Pero eso es algo que está cambiando. En los últimos tiempos algunos de sus caldos han aparecido en las cartas de restaurantes tan prestigiosos como el DiverXO del chef David Muñoz. Y poco a poco van buscando también su implantación en el mercado nacional. De todas sus bodegas, actualmente hay una que realiza visitas, Conde de los Andes. Llevo ya unas cuantas experiencias de este tipo y te puedo asegurar que la de enoturismo en Ollauri fue una de las más interesantes y divertidas.

Conde de los Andes está ubicada en el barrio de bodegas del pueblo riojano de Ollauri. Está formada por tres edificios antiguos y una espectacular trama de «calados» subterráneos. Desde 2014, esta bodega asume el legado de la antigua casa Paternina y de la marca histórica Conde de los Andes, uno de los grandes nombres de la elaboración y la cultura del vino de Rioja.

¿Qué es un calado? Un calado es una cueva subterránea con mucha humedad ambiente y temperatura constante todo el año que se utiliza para criar y envejecer vinos.

Ollauri está vinculada a una de las familias más representivas de la cultura del vino de nuestro país, los Paternina. Propietarios de la bodegas hasta que pasó a manos de los Murúa, después de ser propiedad del famoso bodeguero Marcos Eguizabal y del empresario Ruiz Mateos.

 

La bodega de Conde los Andes se abrió a las visitas en 2015. Están restringidas a grupos de 12 personas, una por la mañana y otra por la tarde. Si quieres descubrir estos sorprendentes calados de Ollauri te aconsejo que reserves pronto porque hay lista de espera, sobre todo, en primavera y otoño.

Los calados vienen del siglo XVI. El calado es la composición típica de la zona. Hay más de un kilómetro de calados. Esta recuperación de las construcciones originales de las bodegas les han valido varios premios en la categoría de sostenibilidad, una apuesta en la que creen de verdad como muestra que utilizan madera de roble francés reciclado para guardar sus vinos.

En este laberíntico entramado hay 450.000 botellas de vinos históricos que no se venden. Y que solo salen de forma esporádica para viajes tan especiales como el que hicieron al restaurante DiverXO. Hay caldos de hace 30, 40 y 50 años. Un consejo: trae una «chaquetilla», aquí la temperatura no cambia, está siempre a 13 grados para que la conservación del vino sea la apropiada. Aunque en la bodega siempre hay chalecos para los visitantes que no han sido previsores.

Durante la visita verás un «cementerio«. Aquí es donde antiguamente se creía que descansaban los mejores vinos. En realidad es donde están los más viejos, muchos de ellos ya «caídos» —no aptos para el consumo—. La botella más antigua que se encuentra aquí tiene fecha de 1.892; ¡casi nada!

Visita a las bodegas de Conde de los Andes

Como te comentaba, la propuesta de enoturismo de Muriel Wines se centra en Bodegas Ollauri – Conde de los Andes. Los antiguos calados de esta bodega, de los siglos XIV a XVII, es una atracción única en la zona de La Rioja.

La visita incluye un recorrido por los calaos, de un kilómetro, con una  explicación de su historia, una degustación de Conde de los Andes Gran Reserva 2005, en el calado de los Candiles —un lugar mágico y misterioso— y una cata comentada (Conde de los Andes 2001 y Conde de los Andes 2013) acompañada de unos ibéricos.

Precio de la visita de Conde de los Andés: 30 €

Duración: 2 horas.

Reservas: 941338380 y 609 866 703 enoturismo@condedelosandes.com

Catando los vinos de Muriel Wines

En este viaje hice varias catas, en los calados de Conde de los Andes, como ya te he comentado, durante las comidas y cenas y otros dos muy chulas de las que ahora te voy a hablar.

Catar vinos es divertido con Lust for Wines

Pilar Cruces es todo un referente en Burgos, La Rioja y todo el norte de nuestra región. Sus catas buscan diferenciarse con originalidad, creatividad y buen gusto. Ha participado en «catalibros», casinos de vino y un montón de experiencias amenas y divertidas que disfrutan los amantes del vino y acerca a este mundo a los principiantes.

Pilar y Albert, de Lust for Wine, nos prepararon una cata en la que maridaron los vinos de Muriel wines con comida (chocolate, longaniza, berberechos…) y también con canciones (Lou Reed, David Bowie…), países (Brasil, Croacia, Galicia…) y sensaciones. Todos participamos aportando nuestro granito de arena.

Si vas a pasar por Burgos no te puedes perder asistir a una de sus catas.

Catando uvas y pepitas con Chema Ryan

La última cata fue la más novedosa para mí, de uvas y pepitas. Ayudamos al enólogo de Muriel Wines, Chema Ryan, a revisar el estado de las uvas para saber cuándo se ha de realizar la vendimia.

El lugar elegido fue la finca de El gallo —24 hectáreas en la milla del oro del tempranillo—, situada entre las sierras de la Demanda, la cordillera Cantábrica, La Rioja y Navarra a 540 metros de altura. Las montañas de la sierra de Cantabria protegen los viñedos de los vientos de la Atlántico generando un clima mediterráneo, La Demanda a su vez lo hace del clima continental. Este microclima es el que permite el cultivo de la viña.

Según pudimos probar por la piel —dura— y las pepitas —demasiado crujientes— todavía quedaban un par de semanas para recoger las uvas que darán lugar a una nueva añada que espero sea tan extraordinaria como la de los vinos que probé.

Hotel Viura, comer y dormir en La Rioja alavesa

El vino entra mejor si lo acompañas de buenos alimentos. Y eso es lo que hicimos en el Hotel Viura (Villabuena de Álava). Un establecimiento de esos que llaman la atención por su arriesgado y acertado diseño, un montón de cubos de diferentes tamaños, alturas, colores y materiales.

Por dentro, cada detalle está cuidado con mimo. En esta ocasión solo puede probar su restaurante, pero te puedo asegurar que no tardando mucho dormiré dentro de uno de esos cubos.

Este hotel tiene una puntuación de 8,7 en booking, está a 20 minutos de Haro y Logroño y en su restaurante —que cuenta con una bodega de lo más interesante— puedes probar delicias como su Menestra de verduras tratadas, veloute de cecina, con crema de calabacín y gremolota o el Centro de merluza de pincho con endivia osmotizada, pimientos rojos guisados, pimientos verdes braseados y emulsión de brasas. Suele llenarse casi todo los fines de semana. Si te parece un buen plan, es conveniente que reserves con tiempo; puedes hacerlo pinchando en este enlace.

Hotel Palacio Tondón

El Hotel Palacio de Tondón fue otro de los grandes descubrimientos del fin de semana. Un establecimiento abierto en el verano de 2018 con el mejor buen gusto que te puedas imaginar. Han reaprovechado la estructura de piedra original y la han recubierto con un diseño actual y moderno. Todo hecho con un delicado y sutil toque que te enamora desde que pisas la alfombra de su recepción.

El hotel está situado en Briñas, una bella población, situada a escasos kilómetros de Haro. De hecho se puede llegar hasta allí paseando por la ribera del río.

Todo el lugar rebosa encanto, pero lo de su terraza es algo mágico. Tomar un brunch con vistas al Ebro es un placer difícil de describir. Y si de día fue maravilloso, me imagino que por la noche tiene que ser todo un lujo.

El hotel Palacio de Tondón ya se puede reservar en Booking. En poco tiempo ya tiene una puntuación de 8,9. Yo ya me lo ha apuntado para planear un fin de semana especial en pareja.

Fundación Maga, el gran proyecto de Muriel Wines

Para finalizar nuestra experiencia con Murial Wines pudimos conocer de la mano de Natalia Murúa el proyecto más especial de su empresa, la fundación Maga. Una iniciativa sin ánimo de lucro fundada por la familia Murúa Gangutia, que nace en 2009 con la misión de impulsar proyectos de ayuda y apoyo a la población infantil en Camboya y Sierra Leona.

Su objetivo está basado en lograr que los niños de estos países en los que trabajan, en colaboración con organizaciones de fuerte implantación en el lugar, consigan escolarizarse.

Muriel Wines corre con todos los gastos de la fundación y garantiza que todos los donativos lleguen íntegros a su destino. Si quieres más información de este bonito proyecto o quieres colaborar con ellos, puedes contactar en:

Web: fundacionmaga.org
Mail de contacto: info@fundacionmaga.com
Donaciones: SANTANDER ES66 0030 8125 2200 0075 9271
Teléfono: 945 60 62 68


¿Qué te ha parecido mi experiencia en Muriel Wines?

Yo he vivido aquí un fin de semana increíble. Espero que te haya servido para descubrir sus vinos y que no tardes mucho en probarlos; sé que te van a encantar. Además, te animo a que hagas una escapadita para visitar los «calados» y ver de primera mano esos sitios tan chulos de los que te ha hablado. Vas a comer y dormir de fábula; y, por supuesto, ¡beber!

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