Wieliczka es top; mucho. Para que tomes conciencia de su importancia te diré que este monumento polaco fue incluido en la primera lista del Patrimonio de la UNESCO, en el año 1978. Te voy a contar cómo fue mi visita a las Minas de sal de Cracovia y te voy a dar toda la info para que prepares la tuya.

En esta guía de las minas de sal de Wieliczka te voy a contar datos curiosos que seguro te animan a visitarlas. También te voy a dar la información práctica que necesitas: horarios, precios, cómo ir hasta allí desde Cracovia y las respuestas a las preguntas más frecuentes.

La primera gran pregunta es la siguiente: ¿es mejor hacer la visita a las minas de sal de Cracovia por libre o comprar una excursión? Yo no tengo dudas: prefiero coger un tour. En los sitios tan visitados y con tanta demanda —me ha pasado lo mismo en el Vaticano, en Versalles o en el MET de Nueva York— es la mejor forma de asegurarte poder entrar y hacerlo sin esperar grandes colas.

La capilla de Santa Kinga desde arriba

Desde la ciudad de Cracovia hay una excursión que te lleva en autobús. Con este tour tienes incluido además del transporte, la entrada y la visita con un guía en español. Dura 4 horas y cuesta 44 €. Puedes reservarla en este enlace. Te aconsejo que lo hagas con tiempo, un par de semanas antes de tu viaje; es de las más demandadas de Polonia.

Otra opción es hacer un combinado minas de sal y Auschwitz en el mismo día. Con un solo tour podrás ver los lugares más solicitados por los turistas que visitan Cracovia. De todas formas, si quieres realizar la visita por tu cuenta te voy a dar también las claves para poder hacerlo.

Minas de sal de Cracovia, Wieliczka

Bus + Visita guiada en español

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20 curiosidades de las minas de Wieliczka

  1. En las minas de sal de Cracovia hay 9 niveles. Durante la visita turística se recorren tres. El primero está a 64 metros y el tercero a 135. El noveno baja hasta los 327 metros. La entrada a las minas se hace bajando las escaleras, hay 378 escalones. La subida es un ascensor que tarda unos 5 minutos.
  2. En estas minas ya no se produce sal. Bueno, en realidad, no hay trabajos de extracción con ese fin desde 1996. Ahora se obtienen 15.000 toneladas al año de sal evaporada, que se consiguen por los propios trabajos de mantenimiento de las galerías. ¿Te parece mucha cantidad? En las minas de Klodawa, donde sí que hay producción, tienen ese número de toneladas en solo 5 días de trabajo.
  3. Aunque ya no se saque sal, en tu visita a las minas de sal de Cracovia vas a ver unos cuantos mineros. Su misión es realizar tareas de mantenimiento para evitar accidentes y controlar la evaporación. Los mineros trabajaron aquí durante 700 años en los cuales excavaron 300 kilómetros de galerías y crearon más de 2000 cámaras. Durante tu visita puedes ver una representación de cómo sacaban la sal. Los pozos unían los diferentes niveles de la mina y la superficie.
  4. En los años 80 —todavía bajo el régimen comunista—, durante la guerra fría, se planteó la posibilidad de esconder aquí obras de arte por el miedo a «una guerra nuclear». Sí. Aunque suene raro, en esa época de lucha de bloques, había un riesgo real de ver misiles cruzando el cielo de Europa. Afortunadamente no hizo falta usar las minas como bunker.
  5. Hay un refugio dentro de la mina para dormir. Suele estar reservado para grupos de estudiantes. Aunque hay algunos días que puede utilizarse para reservas individuales. A 20 kilómetros de Wieliczka hay otra mina —Bochnia— donde es más fácil dormir. Allí tienes hasta discoteca… En realidad, hasta finales del XVIII, las dos minas formaban pare de un mismo conjunto: las salinas de Cracovia.
  6. Todas las cámaras tienen su nombre. Cada una de ellas era un gran bloque de sal. Para proteger de derrumbes se pusieron las estructuras de madera. Este es un material que se petrifica a diferencia del hierro u otros materiales que no son tan resistentes en estas condiciones.
  7. La sal de las paredes es de color gris. El 95% es cloruro de sodio. A veces hay cristales de sal muy puros. Puedes probarla. Solo tienes que dar un «lametón» a sus paredes. Nadie te dirá nada, de hecho, los guías te animarán a hacerlo. Esta sal es comestible. Actualmente se utiliza, además de como condimento para comidas, para el mantenimiento de las carreteras y la elaboración de productos químicos y de belleza.
  8. Las galerías están pintadas en blanco porque no había luz. Las paredes reflejaban así la de las lámpara. Estas fueron primero de barro y luego de carburo. La pintura que se usó era una mezcla de cal y salmuera que también protegía de posibles incendios.
  9. Este es uno de los tres lugares más visitados de Polonia junto con el casco antiguo de Cracovia y Auschwitz. Hasta 1.700.000 turistas pasan al año por aquí. El récord de un solo día fue de 10.270 personas.
  10. Hay también una visita adaptada. Es un recorrido diferente, pero que permite disfrutar a las personas usuarias de silla de ruedas de los lugares más importantes de las minas.
  11. No hay estadísticas de mineros muertos durante el periodo que duraron las extracciones. Había muchos accidentes y se cree que un 10% de los mineros los sufrieron, aunque no todos ellos fueron mortales. Lo que no tenían los mineros de sal eran enfermedades como las que padecen sus compañeros de las de carbón. De hecho hay un sanatorio en el interior de las minas por la falta de alérgenos en el aire. Sirve para curar a enfermos con problemas de asma, alergias y afecciones de las vías respiratorias.
  12. En la mina había metano y grisú. Se liberaban de las paredes y se acumulaban en el techo. Los mineros más expertos iban con antorchas para «quemarlos». Este trabajo estaba muy bien pagado. A los que lo realizaban los llamaban «penitentes» porque andaban de rodillas. En las de carbón los penitentes solían ser presos, aquí no. Era un trabajo voluntario.
  13. El rey Kazimierz determinó que todo lo que estaba bajo el suelo era propiedad del rey, por eso ahora pertenecen al país. Sigun siendo una propiedad estatal.
  14. La sal del Himalaya se ha puesto de moda. Aunque se llame así —por su edad biológica— en realidad la mayoría de su producción viene de Pakistán. Concretamente de las mina de Kwera. También Polonia —desde Klodawa— aporta su parte para la producción de este nuevo manjar.
  15. Había diferentes formas de transportar la sal: trineos, arcas, vagonetas y perros húngaros, unos carritos llamados así porque sonaban como el gemido de los perros y fueron construidos por los húngaros… La influencia de Kinga está por toda la mina. Los caballos que hacían el transporte también vivían dentro. Los bajaban con unos arneses. Ese proceso duraba todo un día y por eso los dejaban dentro de la mina durante mucho tiempo.
  16. En algunas zonas hay estalactitas en el techo. Que crecen 2 centímetros al mes. Están huecas. Los mineros del mantenimiento se encargan de romperlas.
  17. El agua salada apareció ya hace mil años en forma de agua que se calentaba y luego obtenía la sal evaporada y se usaba para comer y para negociar. El origen de la palabra salario es de los romanos y señalaba la importancia que tenía como moneda de pago. En el XIII buscando este agua fue como encontraron el primer bloque del yacimiento.
  18. Al principio solo las visitaban escritores, personalidades destacadas y políticos. Eso cambio en el XIX con los austriacos. Empezó a abrirse a visitas para la población después de la II Guerra Mundial.
  19. Los guías llevan el pico y el martillo minero en la solapa de su traje y 29 botones, uno por cada año de Santa Bárbara; edad a la que murió la mártir patrona de los mineros. Sus uniformes son como los de gala de los mineros del XIX, que eran quienes enseñaban la mina en esa época. Actualmente, para ser guía necesitan estudiar medio año un contenido específico. Son más de 400 que explican en 20 idiomas.
  20. En la cámara staszic se realizó el primer vuelo en globo —apuntado en el libro Guinness— y el primer puenting dentro de una cueva subterránea.
  21. Hay estatuas de numerosas personalidades polacas como Juan Pablo II, el famoso rey Kazimierz y el patriota Pilsudski. Todas están hechas en sal.

Las cámaras de las minas de sal de Cracovia

La visita a las minas de sal de Cracovia que se hace en el recorrido turístico comienza en el Pozo Danilowicza. A partir de ahí se van bajando desde el primero hasta el tercer nivel a través de las diferentes galerías. En ese camino visitarás las diferentes cámaras.

Figura en sal de Copéernico

Cámara de Copérnico

Tiene su propia escultura de sal. Fue uno de los primeros visitantes. Si te fijas bien el suelo de la cámara se ven cristales de sal. Está hecha por un artista profesional. Otras muchas repartidas por las galerías son obra de los propios mineros.

Nicolás Copérnico fue un astrónomo prusiano, una de las grandes figuras del renacimiento. Fue el gran impulsor del heliocentrismo, el movimiento que defendía que la tierra y el resto de planetas giraban alrededor del sol. Costó mucho que aceptasen sus teorías, y aunque no pudo verlo en vida su legado continúa.

Cámara de Santa Bárbara

Santa Bárbara es la patrona de los mineros. En Polonia hay mucho respeto y devoción hacia los mineros. En la región de Silesia hay todavía muchas minas de carbón en funcionamiento.

Cámara de Kazimierz

Cuando visites Cracovia te darás cuenta que el rastro de Kazimierz está presente en toda la ciudad. Fue uno de los monarcas más destacados de Polonia. Aquí esta representado con una estatua que recuerda mucho a las de la época soviética. Se dice de este rey: que encontró Polonia de madera y la dejo de piedra. Está también hecha por un artista profesional. Es de 1968.

Capilla de la Cruz

Los mineros crearon unos 40 lugares de culto, no solo capillas como esta, también otras construcciones más humildes, pero que les servían para rezar. Hay tres ejemplos de las esculturas del XVII: los dos monjes —ya desgastados por la erosión— y la figura de la Virgen triunfante. Los mineros movían de un sitio a otro las estatuas en función de sus trabajos para poder seguir orando.

Cámara Russegger

La escultura de «los carpinteros» está hecha de 15 toneladas de sal. Es de la época comunista. En esta cámara también se hacen eventos y hay grupos que pueden almorzar aquí. También hay salones para conferencias que se pueden alquilar. Se hacen hasta galas de boxeo, partidos de fútbol y conciertos dentro de las minas de Weliczka.

Cámara Weimer

La música de Chopin suena en el la cámara Weimer. Llamada así porque Goethe la visitó con el príncipe de Wilmer. El autor de Werther, además de un escritor de fama mundial era también un gran aficionado a la espeleología.

Relieves de la capilla de Santa Kinga

La capilla de Santa Kinga, la joya de las minas de Wieliczka

Si las otras cámaras te han sorprendido, esta te va fascinar. Es la joya de la corona. La descubrirás a mitad de la visita a las Minas de sal de Cracovia. Está situada a 101 metros bajo tierra. Sus dimensiones impresionan: 35 x 15 metros, y una altura de 11. En total, la superficie útil es de 465 metros cuadrados. Hasta 400 personas caben aquí dentro.

En su construcción trabajaron tres mineros: Antoni Wyrodek y los hermanos Józef y Tomasz Markowski. Wyrodek fue luego a una escuela de arte para poder reforzar su gran talento, después de eso esculpió uno de los relieves más famosos: La última cena. Casi todas las esculturas son de la primera mitad del siglo XX. Aunque hay añadidos como la estatua de Juan Pablo II. La capilla de Santa Kinga es un lugar muy especial en el que se celebran: misas, ceremonias de boda y conciertos de música clásica.

Estatua de sal de Juan Pablo II

Pero, ¿quién era Santa Kinga?

Santa Kinga fue una princesa húngara que a los 15 años se casó con el príncipe polaco Bolelaslo, a quien llamaban «El púdico». Juntos hicieron voto de castidad. Muerto el monarca de Cracovia, Kinga (también conocida como Cunegunda) se dedicó a la vida religiosa. Se le atribuyen varios milagros, como la aparición de agua en el monasterio de las clarisas de Stary Sacz al que se retiró, o el descubrimiento de sal gema en Bochnia.

Ya en el siglo XVII fue autorizado el culto a su persona y en 1999 fue canonizada por el papa Juan Pablo II.

Después de la capilla de Kinga hay un pasillo con un suelo hecho por bloques de sal. Llegas a la cámara Barazca dónde está el lago con agua de sal. Si quisieras bajar al fondo deberías llevar un peso extra de 40 kilos para conseguirlo. Aquí hay un gran pilar. Estaba prohibido excavar debajo. Si un minero lo hacía, según la leyenda el castigo era cortarle una mano…

Ascensor para subir desde el tercer nivel de las minas de sal
Mapa de la visita turística a las minas de sal de Cracovia

Preguntas más frecuentes en la visita a las minas de sal de Cracovia

  • El máximo de personas por guía es de 40 personas. Siempre con uno oficial. El 50% de los visitantes son polacos. Los ingleses son los que más las visitan de fuera de Polonia. Después de ellos están los turistas de Alemania, España, Italia y Francia.
  • En ocasiones hay gente que siente claustrofobia. El guía tiene un protocolo para acompañarles y llamar a un sanitario si fuese necesario. Hay muchos lugares con puntos médicos. Yo soy un poco aprensivo con ascensores y los espacios cerrados, y te puedo asegurar que no tuve el más mínimo problema.
  • La temperatura de la mina es de 14 a 18 grados durante todo el año. Si vas en verano te recomiendo jersey o chaquetilla para evitar un catarro por el contraste del exterior.
  • Hay una zona comercial con baños, tiendas, restaurantes, cine y sala para los niños. Los precios de la comida y de la bebida son muy asequibles. Las raciones son generosas. Yo me comí un codillo muy sabroso, con patatas fritas de guarnición, una cerveza (piwo) y café por solo 8 €.
  • Lleva calzado cómodo. En total, bajarás 800 escalones; la mitad al principio del recorrido turístico por las minas.
  • No pueden entrar animales y no hay zona de espera habilitada para las mascotas.
  • Hay una consigna para dejar las maletas.
  • Para poder tomar fotos o filmar hay que pagar un suplemento: 10 eslotis, poco más de dos euros. El cambio aproximado es de 1 zlt = 4,50 euros.
  • Hay dos baños: a los 40 y a los 90 minutos de empezar la visita a las minas de sal de Cracovia.
  • La visita guiada por el interior de las minas dura 3 horas.
Recorrido por los tunes de las minas de las de Wieliczcka

Horarios y precios de la visita a las minas de sal de Cracovia

Las minas de sal de Cracovia están cerradas los días: 1 de enero, el domingo de pascua, el 1 de noviembre, Nochebuena y Navidad. Además tiene un horario restringido, de 7:30 a 16:30 horas en sábado santo y Nochevieja.

Minas de sal de Cracovia y Auschwitz

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Horarios: del 1 de abril al 31 de octubre, de 7:30 a 19:30 horas (hora de cierre de taquillas y de la última visita); y del 2 de noviembre al 31 de marzo, de 8 a 17 horas.

Precios: la entrada individual cuesta 89 PLN en temporada baja y 94 en la alta. Entre 20 y 22 €. Los niños menores de 4 años no pagan entrada.

Las entradas se pueden comprar online en la web oficial de las minas. Está traducido al español, pero en algunas fases del proceso de compra cambia al polaco y el precio es en eslotis.

Como te he comentado al principio yo te recomiendo que contrates una visita guiada con el traslado incluido para olvidarte de problemas. Y si quieres aprovechar al máximo tu excursión, que hagas como yo, y compres la que incluye minas de sal de Wieliczka y Auschwitz.

Guía de Wieliczcka

Cómo llegar a las minas de sal de Wieliczka desde Cracovia

Si vas a hacer por libre la visita a estas minas polacas, necesitas saber cómo llegar a Wieliczka desde Cracovia. Te recomiendo eso sí que vayas con tu entrada comprada —con bastante tiempo si vas en temporada alta— para no hacer el viaje en balde. También que calcules que echarás un rato en la cola.

  • Tren. Salen de la estación principal de Cracovia (Kraków Główny). Cada hora, hay dos servicios en hora punta, a partir de las dos de la tarde. El recorrido dura en 25 minutos. La última parada es Wieliczka Rynek Kopalnia. Desde allí tardas 5 minutos hasta la entrada a las minas. Cuesta solo un euro por trayecto.
  • Autobús. La línea que tienes que coger es la 304 y tienes que bajarte en la parada Wieliczka Kosciól.
  • Coche. Cerca de Cracovia tienes muchas cosas que ver además de Wieliczka. Las carreteras polacas son buenas y aquí se conduce muy cómodo. Desde Cracovia tienes solo 18 kilómetros hasta las minas.
  • Taxi. Coger un taxi es una buena opción. Sobre todo, si viajas en grupo. El coste está cercano a los 15 euros.
  • Uber. Yo lo utilicé en varias ocasiones. Me gusta porque tienes la seguridad de saber el precio antes de acabar el trayecto. En Cracovia hay bastantes servicios y es más barato que el taxi. El trayecto te costará unos 4 €.
Mineo de Wieliczcka

Mi experiencia en la minas de sal de Cracovia

Sin duda alguna, este era uno de los momentos más esperados de mi viaje a Polonia. Había leído de las minas de sal de Wieliczka, pero la realidad superó mis expectativas.

La organización de la visita es perfecta. Hay una gran señalización. Cuenta con todos los servicios. Y la atención y explicaciones de los guías son todo un activo de este monumento.

Me sorprendieron las estatuas de sal, pero, sobre todo, recordaré durante mucho tiempo la imponente capilla de Santa Kinga. Solo por esa cámara merece la pena la visita: su grandiosidad, el climax que crean las enormes lámparas suspendidas del techo y la gran calidad de los relieves y estatuas.

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2 Respuestas para “Visita a las Minas de sal de Cracovia, el tesoro de Wieliczka”

  1. Avatar for Miguel Ángel Santamarina Ruben dice:

    Pedazo de artículo, te tomaré alguna nota para mi post de las minas… desventajas de no prestar atención a la bella Ágata por hacer un vídeo para el ingrato YouTube!

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    1. Avatar for Miguel Ángel Santamarina Miguel Ángel Santamarina dice:

      Con muchas ganas de leer tu artículo de Wieliczka y, sobre todo, de ver ese vídeo.
      Polonia ha sido una experiencia increíble.

      Responder