Cafetería con mucha confianza en si misma, con muestras de sofisticación, y una parte de sencillez ingenua muy cautivadora. Adjetivos que lo convierten siempre en un espacio lleno de sorpresas y al que te encantará ir con tus amigas a tomar el té en invierno. En primavera, te encantará disfrutar de la otra versión del Vara Café, en su terraza. Abierta todo el año, pero con la climatología de la ciudad, solo apta para los más osados y valientes.
El entorno por fuera y por dentro
Detalles decoración
El sitio no deja indiferente a nadie, ni por fuera ni por dentro. La terraza mirando al parque, hacen creer que puedes estar en cualquier sitio menos en Burgos. El interior, no se parece en nada a lo que hayas podido ver en cualquier otro sitio. Blancos, líneas funcionales y tapicerías muy de diseño nórdico le dan ese espíritu sueco, pero no. Grandes ventanales con luz a raudales te pueden engañar pensando que estas en un paraíso hipster y, nada más lejos de la realidad. Los detalles decorativos, las plantas y las luces en el techo le dan ese puntito naif, tan distintivo.
Quieres saber más sobre la ciudad, visita nuestra guía alternativa de Burgos
Desayunar, merendar y las copas
Mojito
El Vara Café es decididamente ese sitio en el que los desayunos te sabrán a gloria. Los cafés de la tarde, con una porción de tarta, son para comer, por gula. Hay quien prefiere acompañarlos de una copa. Otros acompañan la copa de la noche con una carrot cake. En medio de una, más que amplia selección de ginebras, sobresale el mojito, que sabe delicioso a cualquier hora del día.
En el Vara Café francés y ostras
Vistas desde el interior
No es el esperanto moderno, pero a quién no le apetece refrescar el francés. Ese idioma dulce, musical y tan romántica. Añadirle unas ostras, ese aperitivo tan parisino, para que el plan suene redondo es posible en el Vara Café. Aunque no se mezclen en el mismo día ni en el mismo orden, son alguna de las propuestas de este café que llena las tardes-noches de entre semana con actividades molonas. El fin de semana, aquí lo escriben con «v» de viernes, entre muchas otras cosas que se les ocurren por aquí.