Exigencia, contrastes y valentía. Si metes esas tres cosas en tu maleta de viaje, no habrá mundo, planeta o universo que se resista a tus ansias de superar nuevos retos. Esas tres palabras me definen y me alientan cada día para mejorar y conseguir mi objetivo: ser inconquistable.
Sin miedo a nada
Decálogo de los inconquistables
- No me gustan los atajos ni los caminos fáciles; odio las líneas rectas.
- Sin esfuerzo no hay recompensa. Hay que llorar, gritar y correr apretando los dientes para conseguir llegar a la meta.
- Orgullosa en la derrota; humilde en la victoria. Solo así podré llegar al éxito.
- No me creo tus trucos. Aparta de mi camino tus artificios.
- Si estás conmigo, lucha; no te límites a animarme. Juntos somos más fuertes.
- Amo perderme por caminos sinuosos. Trazo líneas curvas, elipses, circunferencias, hechas con mis sueños.
- Sé cuándo me equivoco porque estoy siempre evaluándome. Descubriendo mis errores, analizando mis aciertos.
- Me gustan las cosas únicas, las que me diferencian de los demás.
- Estoy siempre soñando para que mis sueños sean una realidad.
- No me conformo con haber llegado, quiero estar siempre ahí, arriba del acantilado, dispuesta para saltar.
Alza tu copa y brinda conmigo y Mar de Frades
Ahora que me conoces un poco más, te invito a que vengas conmigo. Sube conmigo la montaña, no te preocupes por lo que dejas atrás, tú eres lo único importante. Coge una copa, abramos una botella de Mar de Frades helada en el borde del precipicio, apuremos el contenido de un trago, y todavía con su sabor afrutado en intenso en nuestra garganta, gritemos al mundo que somos inconquistables, que nadie podrá con nosotras. ¡Salta!
Lo has conseguido; ¡felicidades! A partir de ahora nadie podrá contigo, nada será inalcanzable. Comienza tu nueva vida, una vida en la que todas las decisiones las tomas tú. Ya eres parte de los inconquistables.