Primero fueron los pop-up hotels, después descubrí las pop-up stores. La última tendencia, en plan restauración, son los pop-up restaurants. Al menos, eso es lo que nos dicen desde un montón de sitios de referencia. La moda que, ha llegado desde el más underground Est End londinense versus Nueva York, se ha propagado rápidamente, a través de la blogoesfera, como casi todas estas cosas. Actualmente, también triunfan en grandes ciudades como Madrid.

Hasta que llegan al típico sitio dique en el que no traspasan hasta pasados dos o tres años después, en el mejor de los casos… Tratándose de eventos efímeros, con fecha de caducidad y componentes clandestinos y secretos  me sorprendería gratamente que llegasen a calar, en ciudades como las de por aquí.

Quieres saber más sobre la ciudad, visita nuestra guía alternativa de Madrid

Restaurantes pop up, encuentros gastronómicos sorprendentes

De momento, no me imagino compartiendo velada en casa de alguien, teniendo una cita gastronómica.  No es que no me seduzca la posibilidad de un encuentro furtivo de este tipo en un jardín abandonado, un vagón de tren, o una peluquería. El factor sorpresa del menú, o la puesta en escena de escándalo me parecen, ya de por sí, reclamo suficiente para alguien, fácilmente impresionable, como yo. Lo veo más como la excusa perfecta para mi próxima escapada a Madrid o Barcelona donde no voy a tener reparos en hacer ruiditos con la boca si la comida está exquisita y de repetir, todo el rato: ¡qué bueno, qué bueno!

¿alguien sabe del próximo encuentro?

 

pop up restaurantes 1

Imagen: The supper club y La decoración de mis mesas

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