¿Puede haber algo mejor que comer cuando tienes hambre? Sí. Comer en un restaurante en el que los detalles cuentan. Para mí, no es lo mismo alimentarse que disfrutar una comida con todos los sentidos. Y tomar un brunch en Madrid es tan especial como… almorzar un brunch en Barcelona. Sí. Dos ciudades en las que practicar con deleite esta costumbre tan sajona.

Aquí, os voy a hablar de dos restaurantes muy populares tanto para locales como para turistas: el Ojalá, un brunch en Madrid al que le tenía muchas ganas; y La granja Petitbo, en Barcelona, al que todavía le tenía muchas más. En menos de 6 meses he tenido la suerte de probar los dos. Así que prepárate porque te voy a contar cómo fue mi experiencia de tomar un brunch en Madrid y otro en Barcelona. Os aviso que soy totalmente subjetiva, parcial e influenciable en mis opiniones. 

Ojalá, un brunch en Madrid de lo más playero

Mi afición al brunch hace que arrastre siempre a alguien conmigo. Esta vez le tocó el turno a Miguel. Después de dos días mal comiendo en Fitur necesitaba algo sabroso. Estábamos alojados en Fuencarral, muy cerca de San Andrés. Teníamos que comer pronto. Así que mi primera propuesta fue un brunch en Ojalá.

Estuvimos haciendo unas compras por Malasaña y pasamos varias veces por delante del local. Había cola, lo normal siendo sábado. Cuando llegamos nos atendieron enseguida y nos dieron una mesa en el acto. Los camareros fueron atentos, resolutivos y con predisposición para agradar. Vestidos además con mucho estilo: uniforme vaquero y un toque elegante de pajarita.

Cómo es el restaurante Ojalá

Terraza con jardín colgante

Terraza con jardín colgante

El restaurante Ojalá está situado en la calle San Andrés. En Malasaña, el barrio más hipster de Madrid. Una zona donde siempre encuentras todo tipo de nuevas tendencias y moderneces. Muchas más ideas para comer en los barrios del centro de Madrid en este post. El local tiene dos plantas. En la de abajo está su famosa playa, más apropiada para copas nocturnas. Arriba, hay tres espacios. Una zona de camareros con una gran mesa comunal para picar algo. Otra parte con mesas individuales. Y, una tercera a modo de terraza cubierta con un jardín colgante y mucha luz.

Nosotros comimos en esta última. Como crítica decir que en nuestra mesa nos faltaba algo de espacio para poder moverte sin darte con las macetas y que nos costó conseguir encajar las dos bandejas y las bebidas en la mesa. Por lo demás, todo perfecto en este bello comedor que te llama la atención por sus detalles. También tienen terraza exterior.

Ojalá, comida y precio

Brunch-4-u

Brunch Just-4-u

Después de mi última mala experiencia tomando un brunch en Madrid, hace unos meses, tenía miedo a volver a equivocarme con la cantidad. Menos mal que hicimos caso al camarero y solo pedimos el desayuno brunch, sin añadir ningún extra; esta vez no nos quedamos con hambre . Cualquiera de los 9 tipos de brunch de la carta incluyen bebida fría y o café.

Miguel se pidió uno muy clásico con 2 huevos, chistorra, patatas gajos, champiñón y una fajita. Yo, uno vegetal, que llevaba ensalada de calabacín, fritata, humus con dos rebanadas de pan y un yogur. Nuestros ojos nos pedían a gritos una porción de tarta. Nuestro estómago dijo: imposible. Volveremos, seguro,  y les haremos caso a los chicos de Con el morro fino: pediremos la tarta de queso.

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 Granja Petitbo, un brunch en Barcelona en una antigua vaquería

Zumo natural

Zumo natural

Me presenté en el Petitbo un domingo en plena hora punta del brunch. Y sin reserva. Cola en la calle. Mal presagio. Pero me dieron un sitio libre en la barra. Ventajas de ir sola. El tiempo de espera para la mesa era entre 10 minutos y un cuarto de hora. A pesar de eso no tuve la sensación de que pasará demasiado desde que me tomaron la comanda y me sirvieron la comida. Los camareros fueron ágiles, efectivos y… simpáticos. Todos con un estilo muy urbanita, vestidos de uniforme, pero informal (camiseta negra y vaquero).

Cómo es La granja Petitbo

Interior Granja Petitbo

Interior Granja Petitbo

La Granja le Petitbo está en el Passeig de Joan esquina con Aragó. En la zona del Eixample, pero en el lado derecho donde no es muy habitual encontrar este tipo de cafeterías con encanto. Mientras esperaba mi comida me fui fijando en los detalles. El local es amplio y diáfano. Grandes ventanas con mucha luz natural. Estilo industrial con toques vintage, donde todo está perfectamente estudiado. Detalles a doquier en el sitio adecuado. Zonas para comer: en la barra, en mesas individuales y en las mesas grandes  para compartir o para grupos.

Comida y precios de La Granja Petitbo

Huevos revueltos

Huevos revueltos

Los platos que salían de cocina tenían muy buena pinta. Echa un vistazo a su Instagram y verás. Yo no podía dejar de mirarlos mientras esperaba a que me tomaran nota. Así que me entró la gran duda de qué pedir. Pero estaba en el Petitbo para probar el brunch. Al final me decidí por un revuelto. Base de lechugas variadas, rebanada de pan payés y huevos revueltos con dos ingredientes extra. Para beber, un zumo de apio, pepino, manzana y jengibre. Total 12,50 €. Quise probar alguna de sus tartas, pero ya no podía más.

Espero que vayas y lo disfrutes de lo lindo. Como más te guste: con amigas el fin de semana, con tu pareja para sorprenderle con una cita inesperada, con toda la tropa o tú sola, ¿por qué no? Todas nos merecemos un capricho de vez en cuando.

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